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Al entrar en la primera habitación, el espectador se enfrenta a una pared cubierta de recortes, como piezas de un rompecabezas que esbozan una identidad. Fotos, cartas, dibujos y pequeños fragmentos de lo que es "Sara" en papel. Sobre esta superficie cargada de recuerdos, se proyectan dos videos simultáneamente: "Tres Años", un díptico de versiones del mismo material filmado en 2020. A la derecha, el montaje del 2020; a la izquierda, una nueva mirada en 2023. Esta obra es un reflejo del paso del tiempo y de cómo nuestra percepción de la imagen —y de nosotros mismos— cambia con los años. Pero es una obra infinita: en 2026, una nueva versión revelará otra capa de Sara, transformando la pieza en una obra cíclica, sin final, donde el tiempo y la identidad se desdoblan.

En la segunda habitación, dos paredes cargadas de entradas de diario en cuadernos se despliegan ante el visitante, con frases tachadas, como secretos a medias. Sobre ellas, los videos "Lujuria" y "Atracción"—dos collages de escenas cinematográficas que exploran la intensidad de estos sentimientos hacia otra persona. En el centro, un televisor muestra "Conexión", una pieza que nos lleva a un paseo invernal en Fort Tilden, en Nueva York, con el primer amor de Sara. La imagen, acompañada por el eco de cartas que intercambiaron tras su separación y la partida de Sara a Bogotá, completa el retrato de lo que ella entiende por enamorarse. Desde una esquina de la habitación, al observar los tres videos a la vez, el espectador captura la esencia fragmentada y compleja del amor.

La siguiente sala es un hogar. Sofás acogedores, álbumes familiares, cuadros en la pared, un árbol de Navidad, y una torta de cumpleaños, recrean un espacio cálido donde la familia se reúne. Un televisor, como en tantas salas, proyecta dos cortometrajes en loop. "Feliz Cumpleaños" nos muestra un día en la vida del padre de Sara, entrelazado con un día en la vida de ella, revelando sutiles diferencias y similitudes entre generaciones, géneros y ritmos de vida. En contraste, "Navidad Para Dos" captura una navidad íntima entre Sara y su madre, explorando la conexión ancestral entre las mujeres de su familia: ser madre, ser abuela, ser mujer.

Finalmente, en el último espacio, el visitante encuentra una pared de flores, con polaroids suspendidas como recuerdos flotantes. Sobre esta pared, se proyecta "Flower Film", una película que nos invita a reflexionar sobre el crecimiento, el cambio y cómo las amistades nos hacen florecer, igual que las flores que se abren al sol.